Queremos denunciar que una vez más, el gobierno municipal de Irun ha hecho caso omiso a las demandas realizadas por parte de los grupos de ciudadanos de procesos participativos que vayan más haya de correos electrónicos y encuestas no vinculantes. Nos hubiera gustado que el gobierno municipal hubiera aprovechado la oportunidad de dar un paso más allá y pasar de una ciudad virtualmente participativa a una ciudad verdaderamente participativa.
Con la aprobación de la ordenanza que ayer se presentaba, en nuestra opinión, ha muerto la participación. La arrogancia, la prepotencia y el «despotismo democrático» de este equipo de gobierno la ha matado. A un correo electrónico, unas cuantas reuniones personalistas y paternalistas por los barrios le llaman participación.