Igual que hicimos el pasado 15 de marzo este 1º de mayo saldremos a las calles de Irun. Es una fecha señalada a la que no podíamos faltar. Porque razones no nos faltan. Son más de 5.000 las personas que están desempleadas en Irun, con una tasa de cercana al 20% muy superior a la media de Gipuzkoa y la CAV. Son más de 900 familias las que viven de las Ayudas de Emergencia Social. Son decenas de familias las desahuciadas de sus casas. Cada día son mayores las tasas de pobreza, marginación y exclusión entre las personas de nuestro pueblo. Mientras las soluciones son más recortes en lo laboral, las pensiones, la educación, la sanidad.... más dinero a la banca, más obra faraónica y una falta de planes reales y escasa inversión de medios públicos para la creación de empleo digno. Es por esto que se hace más necesario tomar la calle y reivindicar la lucha y resistencia a estas políticas injustas. No es una crisis, es el capitalismo.
Estado Social Democrático y de Derecho, así se supone que es el Estado en el que vivimos según la "sacrosanta Constitución española". Pero los y las ciudadanas de Irun y la de el resto de Euskal Herria tiene una percepción muy diferente forjada a base de desempleo, recortes, desahucios, desigualdad, miseria, palos...
Para 5567 personas en Irun el trabajo no es un derecho, es una aspiración que cada día parece mas inalcanzable. Irun ha conocido el cierre de empresas referenciales del pueblo como Porcelanas Bidasoa, Elgorriaga, Montero, Cycobask, Egoki... El cierre de las aduanas también supuso un hito para la ciudad, en definitiva el Irun industrial y aduanero que conocimos pasó a la historia. Y ¿Cuáles han sido las medidas que se han tomado para garantizar que los y las irunesas vean protegido su Derecho al trabajo?
No sólo no se cumple con el derecho al trabajo sino que las personas que cada día quedan fuera del mercado laboral también quedan relegadas de las ayudas sociales que les permiten una vida mínimamente digna. Por lo tanto no se nos expulsa únicamente del mercado laboral, sino que esta expulsión implica directamente la marginación de la propia sociedad. Mientras, las personas sin empleo y sin recursos son maltratadas desde las instituciones tratándoles como trastos viejos, siendo derivadas de los servicios sociales municipales a Lanbide y de ambos a Cáritas, la cual no puede ni debe asumir ese papel. Son las instituciones las que deben dar soluciones a las situaciones de precariedad, de exclusión y empobrecimiento, las cuales van en aumento. Son cada día más las personas arrastradas al ciclo de la exclusión. Falta de empleo, ningún ingreso, desahucio, desamparo. Son muchas las personas en riesgo pero más son las que ya están en la más absoluta de las miserias. En Irun más de 900 las familias viven de las Ayudas de Emergencia social.
Ante esta situación, la pobreza y el riesgo de exclusión son el pan de cada día de muchas personas de nuestra ciudad, siendo indispensable la gestión eficaz de ayudas sociales, para que estas situaciones no se vean perpetuadas. Así como la exigencia de un trato digno en los servicios sociales y oficinas de Lanbide. La realidad es bien distinta a las noticias rimbombantes de los medios de comunicación, pues vemos y vivimos en primera persona como Lanbide endurece los requisitos de acceso a las prestaciones sociales, rebajando además su cuantía.
Contrasta la escasa inversión de medios públicos para procurar el Derecho al trabajo con el despliegue de estos medios para garantizar el cobro de las deudas hipotecarias y la defensa de la propiedad privada, sobre todo cuando esa propiedad pertenece a los bancos. En Irun cada vez son más las personas que han visto como los jueces, procuradores, policías... todos ellos funcionarios públicos, se han tomado muy en serio su “trabajo” y los han echado de sus casas dejándolos a la intemperie para proteger los intereses del sistema financiero al que por otra parte se ha subvencionado en cantidades astronómicas con dinero público.
¿Y los recortes en materia laboral? La alianza de la clase política del Estado con la patronal ha supuesto el mayor ataque contra los derechos de la clase trabajadora que jamás se ha conocido. La reforma del sistema laboral, de las pensiones, de la negociación colectiva... van todas en el mismo sentido, desproteger y desestructurar la clase trabajadora y perpetuar la desigualdad por cuestión de género para facilitar que la patronal campe a sus anchas.
Los recortes en sanidad y educación completan este macabro plan para desmantelar cualquier atisbo de sistema de bienestar porque en el fondo una sociedad con derechos fundamentales y universales garantizados no es rentable para quien tiene por único objetivo la acumulación de capital.
Por todo esto, este 1º de mayo los sindicatos, organizaciones y movimientos sociales abajo firmantes queremos manifestar que no nos resignamos a aceptar el estado de las cosas que nos están imponiendo, que esto NO es lo que hay sino que esto es lo que quieren que haya.
Nos comprometemos a luchar junto a vosotras para garantizar que las personas que viven y trabajan en Irun lo puedan hacer con dignidad y animamos a todos y todas las irunesas que no soportan la injusticia a que se unan a la lucha.
Queremos hacer un llamamiento para preparar la próxima huelga general del 30 de mayo. Comenzamos el 15 de marzo y lo retomamos este 1º de mayo y el 30 de mayo continuaremos.
Llenemos las calles el 1 de Mayo, os esperamos:
19:30h: Manifestación desde Plaza Pío XII a Mosku.
GORA MAIATZAREN LEHENA!!! GORA IRUNGO HERRI LANGILEA!!!