Durante la semana del 20 al 26 de Junio hemos tenido la oportunidad de viajar a Alemania para conocer la situación política en el territorio y la iniciativa MADRE de las Oficinas y Puntos de información social que las gentes de Baladre desarrollamos en diferentes territorios en Euskal Herria y en el Estado español.
Las embajadoras hemos sido dos de las personas que participamos en la Oficina de Información y Agitación Social ERLETXEA, junto con otras tres personas de Baladre, una persona de la Oficina de Información de Málaga CONTRAPUNTO, otra de la Asamblea Canaria por el Reparto de la Riqueza, así como una de las personas de la que fue la oficina pionera en Gasteiz en los años 90 del pasado siglo. Durante esta década del siglo pasado se desarrollaron una serie de intercambios con las personas del colectivo ALSO (en alemán, Información para las personas desempleadas de Oldenburg). Es de esta relación con este colectivo de donde surge la idea de trasladar la iniciativa de información que en un principio se llevo a cabo en Gasteiz y posteriormente Berri Otxoak trasladó a Barakaldo. De esto hace ya más de dos décadas.
En este viaje hemos podido experimentar en primera persona el trabajo que desarrolla el colectivo ALSO con personas precarias y desempleadas, autóctonas, migrantes y refugiadas sobre las prestaciones sociales vinculadas a HARTZ IV, un equivalente a la RGI + PCV de la CAV. Nos han contado lo que ha supuesto el recorte aplicado en 2006 y que luego fue reforzado en 2010 para las personas perceptoras y para las que quieren acceder a estas prestaciones vinculadas al empleo y que se gestionan desde el denominado JobCenter, un equivalente al Servicio Vasco de Empleo, Lanbide.
Hemos tenido la oportunidad de comprender lo que significan las políticas de la Unión Europea que se nos impone desde los gobiernos Estatales (y/o Autonómicos como en el caso de la CAV y la RGI) sobre los Derechos Sociales y la Precarización de la Vida. Hemos comprobado como las diferencias que existieron entre los Estados del Bienestar del los territorios del norte de Europa, como es el caso Alemán, están desapareciendo y asemejándose cada vez más a los raquíticos Estados sociales de los países mediterráneos como es caso del Estado Español. Una vez más se está produciendo una equiparación a la baja, es decir, igualando las políticas más perjudiciales para las personas. 
Hemos comprobado, según nos contaron las gentes de ALSO, las muchas similitudes en las situaciones de las personas precarizadas y empobrecidas con las que estamos viviendo aquí también: elevada burocratización de las solicitudes de las ayudas, atomización de las prestaciones, maltrato institucional, desigualdad y actitudes racistas y xenófobas entre el funcionariado tanto del Job Center, como de Servicios Sociales e incluso entre el personal sanitario.
Nos contaron que desde el gobierno alemán se vanaglorian de tener prácticamente pleno empleo, lo que no cuentan es que éste se esta dando a través de una fuerte precarización en la cual un gran porcentaje de personas complementa un sueldo con dos y tres empleos precarios e incluso tienen que recurrir a las ayudas del Hartz IV para ello. Han convertido la mano de obra en una masa precarizada donde, por ejemplo, nos contaban que en una zona como la provincia de Oldenburg caracterizada por la industria cárnica se estaba trayendo materia prima para su manufactura desde países cercanos como Holanda ya que es más rentable, son mayores los beneficios para las empresas debido a las condiciones salariales de las personas trabajadoras de esta industria. Evidentemente mucha de esta clase precarizada son personas migrantes. Aunque se publicite que lo que necesita Alemania en estos momentos es mano de obra especializada lo que está absorbiendo en empleos "basura" es mano de obra no especializada y altamente precarizada.
Se está extendiendo igualmente un discurso xenófobo y racista que cala entre las personas que cobran, o mejor dicho cobraban el Hartz IV, y que se han quedado sin ella por los recortes culpabilizando de estos recortes a las personas migrantes. Nada nuevo en este horizonte europeo.
Lo que nos hemos traído de ALSO es su forma de trabajar. Informan en torno a mesas compartidas rompiendo la mesa de oficina en la que hay dos espacios claramente definidos: la persona informante a un lado y la persona informada al otro lado de la mesa. Las informaciones las realizan en espacios abiertos, amplios locales, en torno a compartir información junto a un café y unas pastas, algo que hemos visto que nunca falta. También hemos visto como realizan las protestas colectivas y como han ampliado su radio de acción no únicamente a su local en Oldenburg sino que realizan su labor en tres puntos más de tres pueblos del sur trabajando en complicidad con personas de fe y sindicatos.
Ha sido un viaje enriquecedor que nos ha posibilitado aprender sobre el terreno de una veterana iniciativa en constante evolución y por supuesto, cargar pilas para el próximo curso en Erletxea.